El pH es el potencial de Hidrógeno o grado de acidez y alcalinidad que contiene el agua de nuestro cuerpo, y así recuperar su “homeostasis”; es decir, su salud ideal.
Los seres vivos están sanos cuando se encuentran en equilibrio energético todos sus sistemas, órganos y tejidos, compuestos finalmente por una delicada y compleja estructura de células que están en constante intercambio entre ellas.
Las células requieren un medio ambiente apto para mantener su buen funcionamiento y el equilibrio iónico entre ellas y su entorno es fundamental y de vital importancia. El nivel de iones positivos y negativos es lo que da como resultado un equilibrio entre las cargas ácidas y básicas o equilibrio de pH. El cuerpo humano se mantiene en salud siempre que su pH citoplasmático se mantenga en un rango de neutralidad cercano al valor 7 (+/- 0.3).
Cuando hay una noxa actuando, llámese microorganismo, toxicidad, trauma, disfunción, etc., debido a la "mortificación" del tejido afectado, se produce una alteración en su pH, las células involucradas se alteran en su función, afectando el bienestar del organismo.
La enfermedad es una alteración de una parte del cuerpo, y necesita que se mantenga la distorsión o desequilibrio entre cargas positivas y negativas para poder sobrevivir con el problema. Corrigiendo la alteración iónica, desaparece el problema volviendo al punto de equilibrio.
Con el Desierto...
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Con el desierto ante ti, no digas: ¡Qué silencio!
Di: No oigo.
Con el desierto ante ti, no digas: ¡ qué aridez !
Di: ¡ qué extraña belleza
Con el desi...
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